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LA PARURESIS

 

 

Alguno de vosotros os preguntareis el porque no puedes orinar cuando hay alguien a tu lado o cuando esta alguien cerca de ti, por ejemplo cuando intentas orinar en los “meaderos de pared” si hay otra persona al lado.

 

Pues curiosamente este caso es un trastorno psicológico, una forma de fobia social llamada paruresis, que se define como a imposibilidad o una gran dificultad de orinar: en presencia de otras personas si estas pueden observar u oír, bajo presión de tiempo, o bien en lugares públicos como discotecas, pubs, etc. En ausencia de estas situaciones, la micción tiene lugar con normalidad.

 

Este trastorno se podría presentar en diferente grado, que van desde una simple molestia a la imposibilidad completa de miccionar. Parece además, que el problema está más extendido entre la población masculina, debido a las costumbres sociales imperantes para los hombres en este aspecto. Pese a la importancia cuantitativa de la dolencia, se trata de un problema poco conocido, probablemente debido a que se trata de un tema delicado de tratar.

 

El trastorno puede revelarse como un impedimento social importante y puede, según el grado, tomar el control de la vida de las personas que lo padecen (ejemplo: evitando viajes, salidas, etc.). Además, las consecuencias psicológicas no son desdeñables (depresiones, fobias, etc.).

 

Los afectados por la paruresis suelen estar convencidos de que en los servicios públicos la gente les está observando o se están burlando de ellos. Algunos afectados masculinos relacionan su virilidad con la facultad de micción en los orinales públicos. En la mayoría de los casos los afectados no suelen hablar de su enfermedad, ya que les provoca vergüenza. El miedo a las burlas o a no ser entendido contribuye al aislamiento social de los afectados. Ya que éstos intentan esconder su paruresis de otras personas, incluyendo amigos o familiares, este trastorno es muy poco conocido. Un tratamiento más abierto de este problema podría contribuir a crear una tolerancia social, como la que existe en el caso de la claustrofobia, por ejemplo.

 

Autor: “Yomismo”